El nuevo espacio permitirá que los niños y niñas del jardín infantil Sonrisa de Ángeles, de la Fundación Integra, en Renca desarrollen sus habilidades al aire libre, gracias a un diseñado pensado para promover el aprendizaje y el juego.
Los 182 niños y el equipo educativo del jardín infantil Sonrisa de Ángeles de la Fundación Integra, comuna de Renca, están felices porque ya pueden disfrutar de un renovado patio educativo. Esto gracias a la intervención de la Corporación Cultiva, la colaboración de los alumnos y profesores del colegio Nido de Águilas de Lo Barnechea y la participación de las familias.
El nuevo espacio cuenta con un lugar para realizar cuenta cuentos, jardines, murales de colores, un huerto y un sombreadero, que permitirán apoyar el aprendizaje, a través de experiencias y juegos que se realicen al aire libre.
Ángela Navarrete, directora (s) del jardín infantil, destaca la intervención como una oportunidad para la comunidad educativa en general y no solo para los niños. “Esta mejora es una oportunidad, porque acá promoveremos los aprendizajes de los niños y niñas, realizaremos diferentes experiencias educativas de calidad para estimular su motricidad, su creatividad e imaginación, trabajaremos la convivencia y también el lenguaje. La intervención también irá en beneficio de las familias y el equipo educativo, porque todos ocupamos estos espacios”.
Por su parte, Daniela Martínez, alumna del colegio Nido de Águilas, comentó que ella y sus compañeros estaban muy contentos de colaborar con los niños y las familias del jardín infantil, por eso “nos gustaría hacer más proyectos con Fundación Integra, porque notamos que hay más cosas que se pueden hacer y nosotros tenemos la voluntad y tenemos las ganas de comprometernos con este lugar”.
El trabajo conjunto entre Integra y Cultiva busca entregar a los párvulos patios que brinden posibilidades para la exploración y el juego, y que respondan a las necesidades de aprendizaje de la primera infancia.
“La idea es que aquí se genere un lazo entre la sala cuna y jardín infantil Sonrisa de Ángeles y el colegio Nido de Águilas, que esta no sea la última intervención que se haga, sino que se siga trabajando con el mismo grupo y con el mismo jardín, como un tipo de apadrinamiento. Porque aquí se pueden seguir haciendo muchas más cosas”, explica Alejandra Vidales, directora de Educación de Cultiva.
Vidales agregó que “son estas generaciones las que van a tener que enfrentar las reales consecuencias del cambio climático de aquí a 50 años. Entonces permitir que la educación sea el medio para que los niños y niñas tomen conciencia, aprendan y se visualicen de aquí a 50 años, es lo que nosotros como Cultiva buscamos”.
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